En el momento de la caída, si es visto por algún tripulante, deberá gritar la frase de “” hombre al agua por…(babor o estribor) “”, para que en ese momento quién gobierna la embarcación, pare máquinas y meta todo el timón a la banda de caída para que de esa forma el náufrago, libre las palas de la hélice.
A continuación, se echará el aro salvavidas, o cualquier otro elemento flotante que tengamos a mano con objeto de señalizar el punto de caída a la vez que le servirá de ayuda para agarrase a él e incluso se lanzaran objetos flotantes en cortos espacios de tiempo los cuales podrían servirle de ayuda, si fuera posible anotará la hora y la posición y no se le perderá de vista.
Existen varios tipos de balizas individuales (fijadas en los chalecos salvavidas o en los cinturones) las cuales si son accionadas (manual o automáticamente) emiten una señal, que es recogida por un receptor abordo que permite su localización de una manera fácil siendo su alcance entre 1 a 3 millas para embarcaciones y unas 10 millas para los vuelos de rescate.