El navegar con niebla supone un riesgo importante la navegación, pues su aparición supone riesgo de abordaje, el de varada o bien el de encallamiento. Por lo que debemos tomar las siguientes precauciones:
a) Aumentar la vigilancia tanto auditiva como visual
b) Prestar más atención a los aparatos de ayuda a la navegación, sobre todo al radar (aconsejable llevarlo en su escala más pequeña) aunque con sus limitaciones ya que no se debe confiar en él prescindiendo por ello de otras ayudas.
c) Reducir la velocidad, más que precaución es de obligación, así como emitir las señales fónicas obligatorias.
d) Con respecto a las luces hay que tener en cuenta que la niebla dificulta su visibilidad y a veces incluso confunde el color (las luces blancas a veces le dan un tono rojo).
e) Es recomendable navegar con el ancla a la pendura, sobre todo cuando se navega cerca de la costa.
Los reflectores de radar (fig.1) son elementos pasivos cuya misión es devolver el escaso eco que transmiten las embarcaciones de recreo por ser de pequeño porte y mayoritariamente de casco no metálico.

Se trata de un aparato formado por la intersección de tres láminas metálicas perpendiculares entre sí, las cuales dan origen a ocho tetraedros unidos por el vértice y a los que les falta la base (ocho tetraedros abiertos), o bien también de forma cilíndrica